Bonito… Sí, va para los pagos. En estos casos funge de respuesta: refleja lo que supuestamente quieren los demás o se les hace sentir que necesitaban: afirmándolos en algún aspecto carente, a menudo, simple deseo de abstracción, de olvido. Complacencia. Al miedo.
Se confunde mucho e intencionalmente, asombro, conmoción y cuestionamiento, con mero placer.
(La belleza, más bien, transforma; en efecto, echa por los aires las nociones y categorías que debieran, se supone, permitirle a uno encajar eso que ve, que lee, que oye o experimenta, inútiles. La belleza es el nombre que adquiere el resultado del fenómeno del asombro más fértil.)
Cuando estoy frente a la cámara, por supuesto que estoy allí, con mi propia energía, el intercambio con el fotógrafo, la específica conexión que compartimos en el momento; dependiendo de quién sea el director de arte, yo misma dirijo las tomas o dejo que el fotógrafo me conduzca. Si no soy la directora, hago sugerencias, de todas maneras. Pero se trata, otra vez, de una pregunta cuya respuesta es: depende del fotógrafo / del proyecto / del día / de la fase de la luna.