Vivaz y ágil, también de palabra, Linda, como siempre, marca el paso y nos conduce, ligeros, de un lado a otro de la estancia; esta se expande, luego se abre y toma finalmente forma también de camino: Ante nosotros, al andar, una historia compleja de influencias que fluye en más de un sentido a la vez: cada imagen, desde una ventana, a una rama, brilla como nueva vertiente, partes todas de un tejido más complejo. La vida como vocación.
La escritura como oficio dista mucho del hábito, de la manía y de la práctica con otros fines, el catártico, por ejemplo, más allá de que últimamente se publique por igual de todo. Más allá, la literatura es arte y como tal dista de la mera realización de una vocación comunicadora, mucho más todavía de la simple expresión; en lugar de registrar hechos, de transmitir información o confirmar ideas, la obra literaria es elocuente en una visión del mundo que cuestiona al lector, en un contexto determinado, respecto de la que tiene del suyo propio.